3 formas de desgaste articular causadas por sobrepeso y cómo tratarlas

marzo 27, 2020
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Considerada como una emergencia de salud pública a nivel mundial, la epidemia de obesidad y sobrepeso parece no dar tregua. Tan solo en México, 7 de cada 10 adultos la padecen, así como 1 de cada 3 niños y adolescentes.

Además de ser un factor de riesgo para la diabetes, trastornos cardiovasculares y hasta el nuevo coronavirus COVID-19, esta condición también afecta gravemente el aparato locomotor al promover enfermedades degenerativas en las articulaciones, que en estados avanzados se vuelven altamente discapacitantes.

¿Qué sabe la ciencia médica sobre la relación entre el aumento de peso y el desgaste de articulaciones? ¿Qué efectos tiene la obesidad en el aparato músculo-esquelético? ¿Qué tratamientos están disponibles en una clínica de terapia física y rehabilitación para mitigar el dolor y recuperar la salud articular? En este artículo exploramos algunas respuestas.

Obesidad y deterioro de articulaciones

El sobrepeso no tiene que ver solamente con que no te ajuste la ropa o con sentirte fuera de forma física. Y es que la ciencia médica ha estudiado ampliamente la influencia que tienen el peso extra y el aumento de células grasas en el desgaste de articulaciones.

Para empezar, vayamos a las bases. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso y la obesidad en términos del índice de masa corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).

En el caso de los adultos, el sobrepeso se define por un IMC igual o superior a 25, y la obesidad por un IMC igual o superior a 30.

Asimismo, otros autores señalan diferentes clasificaciones de obesidad: 1) primer grado, cuando existe un IMC entre 31 y 35; 2) segundo grado, de 36 a 40 IMC, y 3) tercer grado, IMC mayor a 41.

Aunque son medidas aproximadas, en todos los casos el IMC es indicativo de exceso de células grasas, que a su vez son tejidos activos que crean y liberan compuestos y sustancias (por ejemplo, los llamados adipocitos) que contribuyen al agravamiento de condiciones como:

1. Osteoartritis (OA)

Esta enfermedad se caracteriza por el desgaste del cartílago (tejido conectivo y flexible que cubre las terminaciones de los huesos). 

Al reaccionar directamente con altos niveles de glucosa y citocinas (sustancias del sistema inmunológico), los adipocitos generan adipocinas, compuestos que promueven la inflamación articular y pueden influenciar la aparición de OA en muñecas, dedos y manos.

Los investigadores llegan a esta conclusión debido a que, en una persona obesa estas articulaciones no están sometidas a grandes fuerzas biomecánicas, como sí lo están en un levantador de pesas, por contraste.

2. Articulaciones que soportan el peso corporal

Está demostrado que el sobrepeso tiene una relación directa con la OA del sistema músculo-esquelético . Y mientras mayor sea el peso que carga una articulación, mayor la presión que se ejerce en ella y crecen las probabilidades de que sufra desgaste y daño.

El experto en kinesiología, Dr. Norberto Furman, lo explica así:

“Un kilogramo (kg) de más equivale a 7 kg en una rodilla; es decir, si subió unos 10 kg por arriba de su peso normal la rodilla tendrá 70 kg más de presión. En la cadera sucede algo parecido y (…) los discos de la cintura reciben una presión equivalente a unos 300 kg por cada centímetro cuadrado… ¡casi igual a la que soporta la losa de un edificio”.

Así, la obesidad favorece el desarrollo de lesiones como luxaciones y fracturas en cadera, rodillas y tobillos, además de complicaciones como degeneración de los discos vertebrales y espondilolistesis articular.

3. Artritis reumatoide (AR)

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que ataca los tejidos de las articulaciones del cuerpo. Esto provoca una inflamación generalizada que causa lesiones y dolor.

Los mismos compuestos derivados de la grasa involucrados en la inflamación de quienes padecen OA juegan el mismo papel en el caso de la AR. Algunos de estos son:

  • Citocina de factor de necrosis tumoral alfa (FNT-α) e interleucina 1 (IL-1). Ambas son hiperactivas en la AR y provocan inflamación.
  • Adiponectina. Es una clase de adipocina buena para el corazón, porque ejerce un efecto antiinflamatorio en los vasos sanguíneos, pero causa inflamación en las articulaciones.

Adicionalmente, el proceso patológico de la artritis reumatoide cambia el metabolismo de forma desfavorable, ya que facilita la acumulación de grasa y la disminución de masa muscular.

<< Artritis reumatoide: 6 técnicas de fisioterapia que ayudan a aliviarla >>

Terapéutica y ejercicios complementarios

En todos los padecimientos mencionados, la obesidad y el sobrepeso actúan como comorbilidades que se impactan negativamente entre sí, de modo que los expertos coinciden en que el primer paso contra el desgaste articular es atacar la perdida de peso y posteriormente la condición músculo-esquelética.

Así, el tratamiento de la obesidad debe estar regido bajo un criterio endocrinológico, es decir, seguir un proceso lento, tendiente a modificar los hábitos de alimentación para, primero, obtener un balance energético negativo, y posteriormente el equilibrio calórico que permita conservar el peso ideal. 

Aunque quizá suene complicado, citando nuevamente al Dr. Furman, lo recomendable es que siga un “régimen sencillo: coma la mitad de lo que engorda y el doble de lo que no, así y sin esforzarse logrará avances insospechados”.

Aunado a ello, la terapia debe acompañarse de ejercicio físico suficiente, lo que a su vez te ayudará a evitar la aparición de enfermedades cardiovasculares.

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Sin embargo, empezar el movimiento puede no ser tan sencillo, especialmente si la persona es bastante sedentaria o si padece de un grado avanzado de osteoartritis dolorosa, por ejemplo, en las rodillas.

En ambos escenarios existen alternativas como el entrenamiento funcional en suspensión en cuerdas Redcord, que además de ser de baja intensidad, se enfoca en corregir las deficiencias a nivel articular, motriz y neuromuscular.

Así, en un estudio realizado en 2008, pacientes que participaron en un activación sensoriomotora usando Redcord mejoraron la propriocepción (equilibrio, coordinación, rango de movimiento) de su rodilla, y reportaron una mejora significativa en la función de la articulación.

TherapyCord es una clínica de terapia física y rehabilitación en México que cuenta con el programa de entrenamiento funcional Redcord Active, y en particular la modalidad Wellness se enfoca en objetivos específicos de pérdida de peso, con base en una evaluación física y un plan de ejercicios personalizado. Conócelo.

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