Dolor de rodilla en ciclistas y su rehabilitación
Como toda disciplina deportiva, el ciclismo brinda a quienes la practican grandes beneficios en su salud y estado físico, aunque también puede traer consigo ciertas lesiones, siendo la rodilla una de las articulaciones mayormente afectadas.
Por ejemplo, en un estudio con 518 ciclistas californianos se reportó una incidencia del 41.7% en lesiones de rodilla, siendo los ciclistas aficionados los más susceptibles a padecer molestias.
Anteriormente, en este blog te hablamos de las principales causas del dolor de rodilla. En esta ocasión queremos enfocarnos en los diferentes tipos de lesiones de rodilla en el ciclismo, así como en algunas técnicas de fisioterapia que ayudan a su diagnóstico, rehabilitación y prevención.
Biomecánica de la rodilla
Aunque ir montado en la bicicleta supone un menor impacto físico que en los corredores, en los ciclistas la mayoría de las lesiones de rodilla se relacionan tanto con la interacción entre su cuerpo y el terreno por el que ruedan, como con la interacción hombre-máquina.
Particularmente, el pedaleo es una acción muy sincronizada que requiere de la ejecución perfecta de los músculos, meniscos, ligamentos y tendones de la rodilla, a fin de que el rendimiento del ciclista sea óptimo.
En cambio, una pequeña desviación del eje de tracción, aunado a un trabajo intenso y repetitivo, puede generar tensión y sobrecarga en diferentes puntos de esta articulación, y con ello derivar en lesiones.
De esta manera, un pedaleo defectuoso provoca un efecto acumulativo que, que al cabo de miles de kilómetros, puede causar un daño de difícil reparación en la rodilla.
“Rodilla del ciclista”: tipos de lesiones
Las lesiones que un ciclista puede padecer en las rodillas son tan diversas que se han enmarcado bajo un mismo nombre: “rodilla del ciclista”. No obstante, y de acuerdo con FisioOnline, se pueden distinguir tres tipos principales según su patología:
Tendinopatías o lesiones en los tendones
Son ocasionadas habitualmente por micro desgarres en las fibras de los tendones –bandas de tejido conectivo que se sitúan a cada extremo de un músculo y lo sujetan al hueso–, y causan inflamación.
Una altura inadecuada del sillín (muy alto o muy bajo) o un entrenamiento excesivo son las principales causas de estas lesiones. Las más importantes se clasifican en:
- Tendinitis del tendón rotuliano. Este tendón es el principal responsable del aparato extensor de la rodilla, considerado el elemento muscular más potente del organismo. No son tan frecuentes, pero se estima que alrededor de un 90% de las mismas aparece por la inserción del tendón en la rótula, seguidas por las que aparecen dentro del propio tendón.
- Pata de Ganso. Consiste en una inflamación de la inserción tibial en los tendones sartorio, recto interno y semitendinoso de la rodilla. Se manifiesta como un dolor de intensidad variable, principalmente en la cara interna de la rodilla.
- Tendinitis del bíceps femoral. Ubicado en en la parte posterior del muslo, el dolor aparece en la parte exterior de la rodilla y es de difícil desaparición.
Principales tendinopatías en el ciclismo (Fuente: Galeón.com)
Lesiones en la articulación patelofemoral
Situada entre la rótula y el fémur, esta articulación se compone de la rótula y la tróclea femoral. Cuando la rótula se mueve de su sitio –por muy pequeño que sea el desplazamiento–, y debido al pedaleo constante, se genera un desgaste y compresión de las estructuras articulares. Las patologías más frecuentes en ciclistas son:
- Síndrome del dolor patelofemoral (SDPF). Es la causa más común de dolor de la rodilla en la medicina ambulatoria. Aunque no tiene un origen específico, se cree que surge cuando la rodilla se desplaza mal dentro de la ranura de la tróclea. El dolor se manifiesta en el área cercana a la parte delantera de la rodilla o detrás de la rótula.
- Desalineaciones o desaxaciones del aparato extensor. Se refiere a pérdidas del eje del movimiento y pueden producirse por causas estáticas o degenerativas de una disfunción articular. A su vez derivan en:
- Luxaciones y subluxaciones. La rótula está descentrada. La más común es la subluxación externa, que se manifiesta como una rótula resaltada durante el pedaleo. Están muy relacionadas con la presión que se ejerce sobre la misma.
- Síndromes de hiperpresión externa. Degeneraciones del cartílago subyacente de la rótula, debido a un desgaste y roce excesivo durante esfuerzos anormales y repetidos de la misma con la tróclea femoral. Puede evolucionar hacia una condromalacia rotuliana o a una artrosis patelofemoral.
Estructura patelofemoral (Fuente: OrthoInfo).
Lesiones de meniscos y ligamentos
La diferencia entre estas lesiones y las anteriores es que no son producidas por el propio pedaleo y su biomecánica, sino a causa de caídas u otros traumatismos que lesionan el menisco o producen un esguince.
Fisioterapia para la “rodilla del ciclista”
Para estas y otras patologías del ciclismo, la rehabilitación física y la fisioterapia cuentan con diferentes técnicas de tratamiento que ayudan al paciente a seguir con su práctica deportiva.
Para tendinopatías, lo más común son las técnicas de tratamiento conservador como los estiramientos y el masaje transversal profundo, combinados con la la electrólisis percutánea intratisular (EPI) y ejercicios excéntricos. También se apoya del reposo y el uso de antiinflamatorios no esteroideos, por supuesto, bajo prescripción médica.
En las lesiones de articulación patelofemoral, el tratamiento fisioteratéutico ayuda a la compensación de fuerzas que regulan la posición de la rótula. Así, la fibrolisis diacutánea es una técnica muy efectiva para aumentar el espacio articular patelofemoral.
Por último, las lesiones de meniscos y ligamentos usualmente atraviesan por una intervención quirúrgica para repararlos, por lo que la terapia física juega un papel fundamental en la recuperación de funcionalidad y movilidad de la articulación en el periodo post-operatorio.
Finalmente, en el tema de la prevención una reeducación postural global es el enfoque más eficaz. Por eso, para el ciclista es vital acudir a una clínica de rehabilitación deportiva y recibir un análisis muy cuidadoso del balance articular de rodilla, a fin de que pueda desarrollar la biomecánica adecuada y evitar lesiones a futuro.
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