¿Por qué es importante la fisioterapia en adultos mayores?
Quienes tienen la fortuna de contar aún con sus abuelos (o bisabuelos) saben que su sola presencia enriquece la cotidianidad familiar. Quizá por eso es también que duele tanto ser testigo del deterioro en sus capacidades motoras y cognitivas conforme envejecen.
Sin embargo, esto no quiere decir que debamos resignarnos a que vivan una vejez en decadencia siendo que la medicina moderna y las técnicas actuales de terapia física pueden aliviar las condiciones de vida de adultos mayores en casi todo el mundo.
Por eso, en esta ocasión te queremos hablar del impacto que puede tener la fisioterapia en esta etapa de la vida, con base en el artículo “Proceso de envejecimiento, ejercicio y fisioterapia”, publicado por la Revista Cubana de Salúd Pública.
Envejecimiento: características
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento como un “proceso fisiológico que comienza en la concepción y ocasiona cambios característicos de la especie durante todo el ciclo de la vida”.
Sus características inherentes son:
- Es universal. Todos los seres vivos envejecen.
- Es irreversible. A diferencia de las enfermedades, no puede detenerse ni revertirse.
- Es heterogéneo. El ritmo de los cambios se produce en forma desigual en cada persona, así como en los distintos órganos de un mismo individuo.
- Es deletéreo e intrínseco. Es decir, lleva a una pérdida progresiva de función y no se debe a factores ambientales modificables, respectivamente.
En los últimos 20 años, la OMS ha observado un aumento progresivo en la expectativa de vida, y se han dado casos de personas que han vivido hasta los 118 años.
No obstante, existen diferencias sustanciales en la esperanza de vida dependiendo el lugar de nacimiento. Así, en países desarrollados las personas pueden vivir más de 80 años y con buena salud, mientras en 22 países del África subsahariana la esperanza de vida es inferior a los 60 años.
Esto es un claro indicativo de que la longevidad está asociada no solo con factores socio-ambientales, sino con el tratamiento que reciben los cambios físicos y fisiológicos propios de la vejez.
Principales disfunciones motoras
Los diferentes aparatos y sistemas del cuerpo experimentan consecuencias fisiológicas o fisiopatológicas durante la vejez, que pueden comprometer el bienestar y la integridad del adulto mayor.
Valgan un par de ejemplos: la disminución de la agudeza visual, en términos de pérdida de función física (sensorial), y la enfermedad de Alzheimer, una de las disfunciones cognitivas más severas e inhabilitantes de la actualidad, y que aún no tiene cura.
En términos del aparato locomotor, principal enfoque de atención de los especialistas en fisioterapia y rehabilitación, las estructuras corporales y sus cambios y disfunciones más representativas son:
Estatura:
- Acortamiento de la columna vertebral por estrechamiento del disco.
- Cifosis.
Huesos:
- Los huesos largos conservan su longitud.
- Pérdida universal de masa ósea.
Articulaciones:
- Disminución de la elasticidad articular.
- Degeneración fibrilar del cartílago articular, con atrofia y denudación de la superficie.
Músculos:
- Disminución del número de células musculares.
- Aumento del contenido de grasa muscular.
Descenso progresivo de altura.
Osteoporosis.
Colapso vertebral y fractura de huesos largos con traumas mínimos.
Limitación articular.
Pérdida de fuerza muscular progresiva.
Disminución de la eficacia mecánica del músculo (caídas).
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Para mitigar estos escenarios, la alternativa está en hacer del envejecimiento una experiencia positiva, acompañada de oportunidades continuas de salud, participación y seguridad. Esto es a lo que la OMS llama “Envejecimiento Activo”.
La fisioterapia y el adulto mayor
Abordar a la vejez desde un enfoque activo tiene la finalidad de ampliar la esperanza de vida saludable y la calidad de vida de las personas adultas mayores, incluyendo aquellas con discapacidad o que necesitan asistencia.
Así, la adopción de esta cultura en las sociedades permitiría que sus adultos mayores:
- Sufran menos por discapacidades relacionadas con enfermedades crónicas.
- Requieran una atención sanitaria y social menor.
- No padezcan situaciones de soledad.
- Mantengan su independencia y una buena calidad de vida, y
- Sigan participando en el ámbito económico, ya sea en actividades remuneradas o no remuneradas.
De ahí la importancia de la activación física y las técnicas de fisioterapia diseñadas para combatir los problemas de discapacidad generados por enfermedades como Parkinson, Alzheimer, artritis, fracturas, osteoporosis y problemas cardiorrespiratorios.
La mayoría de estas terapias promueven la mejora del movimiento y la independencia mediante ejercicios de fuerza y resistencia, técnicas de relajación, manejo del dolor y prescripción de aditamentos y ayudas para la movilidad.
Algunos de sus principales efectos y resultados son:
Mejora de la masa y fuerza musculares y de la densidad ósea
El fortalecimiento del tejido conectivo y el aumento de la flexibilidad reduce la fragilidad y la desaceleración del metabolismo y en hombres y mujeres mayores, combatiendo así el sobrepeso y la obesidad por inactividad.
Prevención de enfermedades crónicas como diabetes mellitus tipo 2 y osteoporosis
El entrenamiento de resistencia muscular aumenta el metabolismo en reposo, el gasto calórico y la masa libre de grasa. Esto mejora la densidad ósea y la tolerancia a la glucosa, y genera un efecto protector cardiovascular que disminuye el riesgo de enfermedades coronarias y cardiacas, entre otras.
Mejora del del estado de ánimo, la autoestima y la imagen corporal
El adulto mayor que se ejercita en ambientes agradables y con personas de su misma edad se motiva y se vuelve más activo en términos de socialización, lo que también se asocia con la disminución del estrés, ansiedad e insomnio.
Mejora de las funciones cognitivas
Los beneficios observados en el sistema cardiovascular se extienden al sistema cerebrovascular, lo que a su vez puede ayudar a combatir anomalías como la formación de las placas amiloides asociadas con la enfermedad de Alzheimer.
Disminución de caídas
Los programas de ejercicio para evitar caídas buscan mejorar el equilibrio mediante el incremento de la fuerza, la resistencia, la flexibilidad, la capacidad aeróbica y la función.
Incremento de la longevidad
El efecto del ejercicio puede ser considerado como una verdadera terapia contra las inevitables consecuencias del proceso de envejecimiento.
Como ves, fomentar que los adultos mayores de tu hogar se integren a un programa de fisioterapia y activación física no solo impacta directamente en su calidad de vida, sino también beneficia a sus cuidadores, quienes pueden estar más tranquilos al saber que un equipo de expertos en disfunciones musculo-esqueléticas procurará su bienestar.
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