Estreñimiento y suelo pélvico: consecuencias y recuperación

Cuando llevas una vida de mucho estrés, es fácil dejar de prestar atención a actividades básicas para tu organismo, como ir al baño. Así, sin darte cuenta podrías caer dentro del 20% de la población mexicana que padece estreñimiento 

Generalmente, se dice que una persona sufre este trastorno gastrointestinal cuando tiene tres evacuaciones o menos en una semana, o si sus heces son duras, secas y difíciles de expulsar.   

Aunque existen varias causas y factores contribuyentes para los problemas de estreñimiento, si no se atienden correctamente éstos pueden llevar a una espiral de malestar ya que, mientras más difícil resulta evacuar la persona necesita pujar más, lo que puede llevar a otras disfunciones como la incontinencia urinaria.  

¿Cómo puedes evitar estas consecuencias y mejorar el ritmo intestinal? A continuación revisamos algunos puntos clave.  

Causas del estreñimiento 

Existen muchas causas posibles para el estreñimiento. En ocasiones, el problema surge porque la persona pospone sus deposiciones al encontrarse en un momento o lugar poco idóneos y, cuando al fin se tiene oportunidad, las ganas se han ido.  

Otros factores de riesgo son: el sedentarismo, las dietas pobres en fibra, tomar ciertos fármacos (sedantes, estupefacientes, algunos antidepresivos o medicamentos para bajar la presión arterial) y los trastornos alimenticios  

El estreñimiento también se asocia con disfunciones del tracto digestivo, colon o recto, o con enfermedades neurológicas que dificultan el movimiento intestinal y obstruyen el paso de las heces. En esos casos se requiere la valoración de un especialista.  

Finalmente, el estreñimiento crónico puede generarse por la debilidad del suelo pélvico. Este grupo muscular, que se ubica en la parte inferior de la cavidad abdominal, provee sostén a órganos como la vejiga, el recto y el útero.  

Complicaciones  

Entre las señales de alarma del estreñimiento –y que deberías atender de inmediato– están:  

  1. Hemorroides. Es la inflamación de las almohadillas de tejido que están en el ano o en la parte inferior del recto y que contienen muchas arterias y venas. Durante la defecación, estas lesiones pueden sangrar o empeorar el dolor. 
  2. Fisura anal. Es una herida de la piel que circunda el ano. 
  3. Recto que sobresale a través del ano.  
  4. Fecaloma. Es la acumulación y compactación de heces duras en el tracto intestinal. 

Las primeras tres aparecen cuando se realiza un esfuerzo excesivo para evacuar, y la cuarta puede deberse a un insuficiente reflejo natural evacuatorio, que se corrige con un tratamiento para ablandar las heces (como la hidroterapia del colon).  

En este blog ya te hablamos de las principales disfunciones del suelo pélvico. Así, otro síntoma de alarma es el prolapso genital, que ocurre cuando la zona pélvica pierde sostén y los órganos abdominales sobresalen como “bultos” a través de la vagina, ocasionando dolor al tener relaciones sexuales, entre otros síntomas. También puede derivar en incontinencia urinaria y fecal.  

Finalmente, los pacientes con estreñimiento crónico pueden estar en mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal o tumores benignos, según datos del Colegio Estadounidense de Gastroenterología (ACG).  

Recomendaciones y terapia  

Para corregir y evitar este padecimiento, una dieta rica en fibra, beber muchos líquidos y evitar alimentos astringentes (los que dificultan la deposición), son las acciones más inmediatas para regular la salud digestiva.  

Asimismo, conviene crear buenos hábitos deposicionales como establecer horarios regulares para evacuar (especialmente después de una comida), cuidar la postura en el sanitario (preferentemente en cuclillas, con ayuda de un taburete) y controlar la respiración.   

Finalmente, un tratamiento más efectivo para combatir el estreñimiento crónico que los laxantes o enemas –que a largo plazo pueden provocar efectos adversos–, es la fisioterapia.

Esta opción te brinda soluciones como la técnica del masaje abdominal, que te puede ayudar a mejorar el tránsito intestinal mediante la aplicación de una presión progresiva en el abdomen para estimular los diferentes tramos del colon.  

Lo anterior se puede complementar con una serie de métodos para fortalecer los músculos de la zona pélvica como el entrenamiento muscular, los ejercicios hipopresivos y la terapia con PHENIX Liberty, aparato de estimulación eléctrica de biofeedback para la reprogramación neuromuscular y la rehabilitación perineal.  

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