Disfunción de suelo pélvico… ¡cuidado, hombres!

Hoy en día, algunos hombres creen que tener el abdomen marcado es todo lo que necesitan para sentirse bien con su imagen. Pero pocos saben que su zona pélvica juega un papel clave en su salud sexual y en su funcionalidad diaria.

En este blog ya te hablamos de cómo las disfunciones del suelo pélvico afectan la vida diaria de muchas mujeres en el mundo. En esta ocasión veremos cómo se manifiestan los trastornos de este grupo muscular en varones, así como algunas recomendaciones de prevención y tratamiento.

Suelo pélvico masculino: funciones básicas

Ubicado en la parte inferior de la cavidad abdominal, el suelo pélvico está formado por un conjunto de músculos y ligamentos cuya función principal es mantener en su lugar órganos como la vejiga, la uretra y el ano.

Dentro de esta estructura, los músculos y huesos (columna, cadera y pelvis) de las extremidades inferiores están interrelacionados, afirmó para EFE Salud José María Adot, experto de la Asociación Española de Urología.

El suelo pélvico también regula el movimiento de los esfínteres uretral y anal, por lo que es vital para la continencia urinaria y fecal.

Además, interviene en la óptima función sexual del hombre ya que este grupo muscular juega un papel activo en las fases de excitación y orgasmo.

Causas de disfunción

Algunas de las principales causas de la disfunción del suelo pélvico en varones son:

  1. Obesidad o sobrepeso.
  2. Esfuerzo y movimientos bruscos. En esta categoría están desde cargar cosas pesadas hasta toser muy fuerte (especialmente cuando se padece bronquitis), pasando por el estreñimiento crónico. En este último caso,el esfuerzo repetido y prolongado para defecar debilita la musculatura del suelo pélvico, lo que puede derivar en problemas de dolor pélvico, patología anal o alteraciones miccionales (orina) o sexuales.
  3. Cirugías o tratamientos de radioterapia. Intervenciones como las cirugías radical rectal, vesical o prostática, pueden originar disfunción esfinteriana o del tono muscular pélvico.
  4. Enfermedades neurológicas. Afecciones como la esclerosis múltiple, las lesiones medulares, las polineuropatías y, en general, las que generen afectación muscular en la zona pélvica.
  5. Edad avanzada.
  6. Trastornos infecciosos crónicos de la próstata o uretra. Sus síntomas son heterogéneos y pueden dar lugar a una alteración crónica del suelo pélvico

Malestares principales

Al funcionar como una especie de “puente” entre órganos, el suelo pélvico puede perder fuerza o funcionalidad. Sus efectos son:

  • Incontinencia urinaria o fecal. Sin control de esfínteres pueden ocurrir pérdidas involuntarias de orina (incontinencia de esfuerzo), o dificultad para refrenar el deseo defecatorio y expulsar gases o heces.
  • Goteo tras la micción. Se generan pequeñas pérdidas de orina por un vaciado incompleto de la vejiga.
  • Alteraciones de la esfera sexual. El varón experimenta dificultad para conseguir o mantener una erección, eyaculación precoz o dolor eyaculatorio. Estas disfunciones, por su parte, contribuyen a la disminución del deseo sexual.
  • Dolor pélvico crónico. Es la afectación más difícil de diagnosticar y tratar, y la que tiene mayor impacto en la calidad de vida del paciente por la hipertonía (tensión muscular que genera dolor), que da pie a disfunciones de la musculatura visceral, pélvica o incluso perineal, que a su vez deriva en infecciones como la prostatitis bacteriana.

Prevención y tratamiento

Como siempre, la mejor forma de mitigar el desarrollo de estos trastornos es la adopción de hábitos preventivos como combatir la obesidad con una dieta balanceada, o adoptar una postura adecuada al defecar para evitar esfuerzos en casos de estreñimiento.

Asimismo, algunas prácticas perjudiciales a evitar son interrumpir la micción (por su potencial de infecciones y molestias uretrales y vesicales a largo plazo) y fumar (porque la tos crónica impacta a la musculatura pélvica).

Al igual que en mujeres, la mayoría de las disfunciones del suelo pélvico en hombres tienen solución o mejoran considerablemente con una combinación de ejercicios y técnicas de rehabilitación.

Existen algunos trucos para localizar tu suelo pélvico y programas de entrenamiento para fortalecerlo, incluyendo los famosos ejercicios de Kegel que describimos en el siguiente video.

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No obstante, en casos de deterioro grave por cirugías, disfunciones viscerales o dolor pélvico, la mejor alternativa es recibir un diagnóstico médico personalizado en una clínica de terapia física y rehabilitación.

En TherapyCord contamos con tecnología de punta y terapeutas certificados para la rehabilitación de suelo pélvico, para que puedas mejorar su tono muscular, combatir la incontinencia urinaria y fecal y las alteraciones sexuales. Recibe una valoración hoy mismo.

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