Rehabilitación física para pacientes tratadas por cáncer de mama
En octubre de cada año se conmemora el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, una campaña mundial que busca llamar la atención sobre un problema de salud que cada año provoca 458 mil muertes de mujeres, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
En TherapyCord nos sumamos a los esfuerzos de concientización para la prevención, detección y tratamiento de esta enfermedad. Por eso, en esta ocasión te queremos hablar sobre el impacto de la rehabilitación física tras un tratamiento de cáncer de mama.
Cáncer de mama: incidencia y consecuencias
El cáncer de seno es el más común entre las mujeres (1.38 millones de casos nuevos al año), ya que representa el 16% del total de diagnósticos de cáncer entre esa población, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.
En tanto, se estima que 15 mujeres mueren al día en nuestro país por este padecimiento crónico-degenerativo, primera causa de muerte para mexicanas mayores de 25 años.
En términos médicos, el cáncer de mama se define como la proliferación maligna de las células epiteliales que revisten los conductos o lobulillos mamarios. Estas células limitan la función del organismo debido a la invasión local de tejidos y la posible formación de tumores que pueden esparcirse por otras partes del cuerpo (metástasis).
Este padecimiento atraviesa por cinco etapas de desarrollo: en la llamada Etapa 0 el tumor maligno se encuentra focalizado y es fácilmente tratable.
Desafortunadamente, si no se detecta y progresa a estadios más avanzados (Etapa IV), en este punto únicamente se pueden ofrecer cuidados paliativos para mitigar el sufrimiento de la paciente y sus familiares.
Tasa de supervivencia al cáncer de mama según la etapa en que se diagnostica (adaptado de Eldiario.es).
De ahí la importancia de la prevención para establecer un diagnóstico y tratamiento adecuados, ya que las posibilidades de curación se elevan con la detección oportuna.
Rehabilitación post-tratamiento o cirugía
Una vez que se han sometido a operaciones o tratamientos –ya sea biopsia, radioterapia, quimioterapia o extirpación de seno (mastectomía)– según el tipo de cáncer de mama que les fue diagnosticado, las pacientes tienen buenas probabilidades de que su supervivencia se prolongue con una buena calidad de vida.
Por eso, además del aspecto psicológico y emocional, la fase de recuperación debe contemplar aspectos físicos para combatir posibles problemas de funcionalidad y movilidad.
Por ejemplo, para quienes recibieron una intervención quirúrgica, el tratamiento individual de fisioterapia puede comenzar entre las 24 y 48 horas siguientes y prolongarse hasta por un año.
Así, y luego de la evaluación respectiva, la terapia física incide positivamente en escenarios post-operatorios como:
Movimiento limitado del brazo y del hombro
La paciente puede lograr una recuperación temprana de las funciones motoras de brazo y hombro, que pueden verse afectadas por la extracción de ganglios linfáticos de la axila que se examinan para determinar si existe propagación del cáncer. También puede ocurrir como efecto secundario de una mastectomía.
Los ejercicios de la extremidad superior afectada se inician en la medida que el débito del drenaje ha disminuido, comenzando alrededor del séptimo día postoperatorio.
No obstante, desde el primer día la paciente puede realizar una abducción y flexión del hombro hasta los 40º, así como las rotaciones que pueda tolerar.
Linfedema
Es un efecto secundario de la disección axilar de la que hablamos en el punto anterior. Se debe a la acumulación del líquido linfático en los tejidos adiposos y puede provocar hinchazón en el brazo, el pecho o la espalda del lado donde se realizó la cirugía.
La hinchazón suele durar unas pocas semanas, aunque en algunos casos se puede convertir en un linfedema crónico, difícil de revertir.
Para evitar esto, y de acuerdo con un artículo de eFisioterapia.net, se realiza un tratamiento en dos fases:
- Descompresión. De 2-3 semanas se realiza un drenaje linfático manual (DLM) y activación de la circulación en la parte de la mama, brazo y cuello.
- Vendaje. Existen dos tipos: a) Compresivo. Después del DLM se cubre con vendas compresivas desde la axila hasta los dedos. b) Neuromuscular. La aplicación del llamado kinesiotape produce una pequeña elevación de la piel que descomprime los vasos linfáticos. Tiene la ventaja de que se puede aplicar al mismo tiempo que el DLM.
Linfedema y vendajes neuromuscular y compresivo.
Pacientes con problemas respiratorios o edad avanzada
La kinesioterapia respiratoria en el post-operatorio inmediato debe estar basada en ejercicios respiratorios diafragmáticos y costal inferior, tos asistida y en algunos casos movilización de secreciones.
Reconstrucción mamaria con colgajo miocutáneo de recto abdominal
Para la prevención de trombosis de extremidades inferiores, estas pacientes deben someterse a ejercicios activos de extremidades inferiores e isométricos de glúteos.
Estos son solo algunos aspectos donde la rehabilitación física aporta al tratamiento integral y a la recuperación de quienes sufrieron cáncer de mama.
Recuerda que siempre es mejor acudir a una clínica de fisioterapia para recibir un diagnóstico y tratamiento personalizados que ayude a las pacientes a regresar a su vida cotidiana disfrutando de autonomía, funcionalidad y bienestar. En TherapyCord contamos con tecnología de punta y terapeutas certificados que hacen la diferencia en este tipo de casos. ¡Contáctanos!
